jueves, 2 de diciembre de 2010

LIVERTAZ.

domingo, 7 de noviembre de 2010

y

Y se ponen chupas, y medias rotas, y pinchos, y camisetas desgajadas, y chapas, y botas militares, y parches fosforitos.
Y crestas con colores, y se rapan, y repiten frases aprendidas como autómatas. Sin entender.
Y se drogan, y destrozan, y babean, y ensucian y buscan la violencia.
Y no son consecuentes, y no piensan en los demás.
Y pierden sus valores, y su dignidad.

viernes, 29 de octubre de 2010

VII Aniversario U.A.R. (Jornadas libertarias)


Como llegar: E.S.O.A. El Dragón. Avda. Daroca, 90.
Junto a la puerta principal del cementerio de la almudena.

Metro La Elipa. Buses 106, N6, N7.

jueves, 15 de julio de 2010

El año de Sudáfrica



Hasta el último momento se ha especulado sobre la posibilidad de un cambio de país anfitrión del Mundial 2010 siguiendo los constantes rumores que Sudáfrica no estaba bien preparada. Pero hoy, cuando ya solo quedan unos pocos días para que suene el pitido de inicio del partido inaugural -que enfrentará las selecciones de Sudáfrica y México en el Soccer City de Soweto- esto ya es imposible. Los primeros equipos ya han llegado al país y toda la maquinaria organizativa empieza a ponerse en marcha, o sea que solo queda esperar y ver si los enfados del presidente de la FIFA, Sepp Blatter, -quién llegó a definir todo este criticismo como “racismo” y “envidia”- eran acertados y Sudáfrica se encuentra realmente lista para acoger el que está considerado como el evento más complejo y con más repercusión mediática del planeta.
Pero de lo que si se puede dar fe es que todo el país se ha volcado para llegar a la fecha con los deberes hechos. Durante los seis últimos años se calcula -pues no hay datos oficiales-que se han gastado entre cuatro y cinco mil millones de euros en adecuarse para esta cita, lo que convierte este Mundial en el más caro de la historia.

La fiebre constructora se ha extendido a lo largo y ancho del país y ha afectado prácticamente todas las infraestructuras que se puedan imaginar. Aunque naturalmente los diez estadios donde se disputarán los partidos oficiales son la joya de la corona. La mitad de ellos han sido enteramente renovados y otros cinco son nuevos totalmente: el Peter Mokaba de Polokwane, el Mbombela de Nelspruit, el Nelso Mandel Bay en Port Elisabeth, Moses Mabhida en Durban y el Green Point en Ciudad del Cabo, este último, además, puede considerarse ya como entre los mejores que existen en este momento. Solo en los campos la factura sube a más de 300 millones de euros, en parte porque alguno de estos el gasto final ha doblado el presupuesto inicial.

Transporte
Pero donde los sudafricanos van a recordar más el Mundial será en sus infraestructuras de comunicaciones. Los principales aeropuertos del país han sido remodelados, se ha construido uno nuevo -el Rey Shaka de Durban- y se ha reparado gran parte de la red viaria del país. Pero la inversión más popular es la creación, durante este año, de servicios públicos de autobús en las tres mayores urbes, una carencia heredada del apartheid y que hacía la vida mucho más incómoda a la mayoría de sus ciudadanos que no tienen acceso al vehículo privado. Especialmente grave era la situación en Johannesburgo, una metrópoli de casi cuatro millones de habitantes y una extensión de más de 1.500 kilómetros cuadrados que hasta el momento estaba obligada a desplazarse casi exclusivamente en base a taxis colectivos con capacidad para quince viajeros. Desde enero la ciudad disfruta de un sistema de Autobús Rápido con carriles segregados llamado Rea Vaya [“Nos Movemos” en zulu] que básicamente conecta el centro con el populoso Soweto.
El proyecto más ambicioso, pero, el Gautrain -un ferrocarril de alta velocidad que conectará Pretoria y Johannesburgo con el aeropuerto internacional Oliver Tambo está aún sin acabar. Este ferrocarril ha vivido desde sus inicios en una constante polémica -tanto por su precio como por dar servicio casi exclusivamente a los barrios más ricos- que parece que no consigue sacarse de encima. Tras anunciar que el Gautrain no estaría listo para el Mundial, finalmente se ha fijado su inauguración oficial se ha anunciado para el 8 de junio -solo tres días antes del inicio- pero solo cubrirá la mitad del trayecto previsto.

También la red de antenas de telefonía móvil y eléctricas -para evitar que se vuelvan a sufrir los apagones generalizados de enero de 2008,- los servicios de internet, resorts turísticos e instalaciones deportivas y educativas se han beneficiado de importantes mejoras.

Impacto en la economía
Sin miedo a exagerar, la situación se puede resumir como una auténtica puesta a punto del país entero. Y esto, claro está, ha tenido un impacto muy elevado en la economía. Según datos ofrecidos por Pravin Gordhan, ministro sudafricano de finanzas, del 2,5% de crecimiento del PIB calculado para 2010, un 0,5 estará relacionado directamente con la organización del Mundial. El presidente del Comité Organizador, Danny Jordaan, asegura que todas estas obras han empleado hasta 415.000 personas y un tercio de los contratos han ido a pequeñas o medianas empresas locales. “El Mundial debe servir para repensar Sudáfrica y cambiar la imagen que el mundo tiene de nosotros -asegura Jordaan, quien profesionalmente es experto en marketing- y no solo es una cuestión de cifras, apuestas como inaugurar y clausurar el campeonato en Soweto tienen la finalidad de hacer partícipes todos los sudafricanos de sus beneficios”.
Toda esta inversión y modernización han sido posibles gracias a la fortaleza económica de Sudáfrica. Y es que esta potencia emergente tiene poco en común con sus vecinos más próximos con sus infraestructuras vetustas y sus economías colapsadas. Por si sola, la Nación del Arco Iris concentra más del 20% de toda la riqueza continental y desde que, en 1994, conquistó la democracia ha visto como su economía se transformaba totalmente. En estos 16 años ha disfrutado de un crecimiento constante del PIB de casi el 5% anual y ha diversificado y modernizado su producción. Durante el régimen del apartheid el país dependía casi exclusivamente de sus casi inagotables recursos mineros y de una potente agricultura intensamente mimada por el gobierno, muy afín cultural e ideológicamente al granjero blanco de origen afrikáner. A finales de los años 80 el modelo empezó a agotarse, no solo por el peso de las sanciones económicas internacionales y de las huelgas y boicots internos, sino también por la caída de los precios de los recursos primarios que exportaba y por la falta de mano de obra calificada generada por una política que negaba una educación decente para la mayoría negra.

Así pues, al tiempo que construía las instituciones democráticas, el primer gobierno de Nelson Mandela tuvo que asumir la titánica tarea de reconvertir todo el sistema productivo. Hoy los sectores de servicios, bancarios y turísticos superan en importancia la tradicional minería, y esto a pesar del actual boom de los precios del oro y el platino. Despuntan empresas de nuevas tecnologías -el popular sistema operativo Ubuntu es de creación sudafricana- y audiovisuales y las grandes compañías nacionales, ya normalizadas las relaciones diplomáticas, invierten con fuerza por toda África, controlando sectores estratégicos de su economía.

Para el gobierno del Congreso Nacional Africano (ANC en sus siglas inglesas), la celebración del Mundial en su país es un reconocimiento a la gran transformación que han vivido, “una integración de Sudáfrica al mundo global, fuera del cual no se puede vivir”, según argumentaba el presidente Jacob Zuma en su último discurso del Estado de la Nación.

Críticas severas
Pero el momento internacional parece que no ha acompañado el esfuerzo sudafricano. La celebración del Mundial en plena crisis está afectando las previsiones económicas del Mundial. A la reducción de los ingresos publicitarios se suma el recorte de reservas turísticas, que de unas estimaciones iniciales de 450.000 visitantes se ha pasado a 300.000. Para el presidente de la Cámara de Comerdio y Turismo de Durban, Mike Jackson, este desplome de un tercio en las previsiones hay que entenderla porque “esta ya era una apuesta altamente arriesgada por diferentes motivos” como la lejanía de Sudáfrica de los países emisores de turistas -poco más de diez mil fans provienen del continente, una ironía en el que debía ser el “Mundial de África”- o el miedo que genera un país con una alta criminalidad. Pero, continua Jackson, “a estos se les han sumado nuevos obstáculos como la propia crisis económica, la fortaleza del rand -la moneda local- y el incremento de precios del sector hotelero que ha generado la euforia mundialística”. Este último punto ya es, para algunos expertos, la principal amenaza para el éxito del evento.

Esto se ha notado ya en la venta de entradas para los partidos, que han tenido que ser rebajadas para tratar de colocar las más de 120.000 que quedan sin vender.

La pregunta entonces se hace evidente: ¿Cómo se pagará tamaña factura? Para Patrick Bond, profesor de economía política de la Universidad de Kwa Zulu Natal y antiguo asesor de Mandela, hay “un riesgo real que todas estas obras se conviertan en 'elefantes blancos' que a larga generen endeudamiento sin crear desarrollo social”. Un riesgo de sobredimensión que es especialmente evidente en los estadios. Por citar solo los ejemplos más evidentes, en las ciudades de Polokwane y Nelspruit, con nuevos estadios con capacidad de 46.000 espectadores y un coste de 100 millones de euros cada uno, no tienen equipos locales de relevancia. Nadie sabe decir que uso tendrán estas instalaciones tras el Mundial. Y no solo los campos: tras construir un nuevo aeropuerto internacional totalmente nuevo, la ciudad de Durban se encuentra que no hay ningún comprador interesado en su viejo aeródromo, con lo que ahora tendrá está infraestructura doblada.
Según Bond hubiera sido mucho más productivo dedicar este presupuesto a las necesidades de la población, sobre todo la educación y la sanidad que, asegura, “con sus deficiencias, no solo están haciendo sufrir a la gente, sino que también son un tapón que frenan un futuro desarrollo”.

Joan Canela i Barrul

martes, 29 de junio de 2010

Trampantojo - Misceláneo

Hace tres años un grupo de jóvenes de Alcalá de Henares decidieron alquilar una nave, por su propia cuenta, para llevar a cabo un proyecto denominado Trampantojo. Este proyecto sirvió como unión a una serie de personas que buscaban expresar sus sentimientos y emociones mediante la expresión artística. Ahora el ayuntamiento quiere acabar con este proyecto porque la nave donde se desarolla no cumple una supuesta "licencia". ¿Pero qué licencia necesitan unos jóvenes que promueven la cultura y actividades no lucrativas? En ese espacio los jóvenes podíamos expresarnos, ya fuera a través de la música, con la pintura, con actividades corporales o mediante la palabra de manera asamblearia. No comprendo cuál de estas actividades es la inadecuada en un espacio, que recuerdo, es alquilado. Y donde todas esas personas que se encuentran allí abonan una cantidad monetaria a su respectivo dueño. El precintado y el desalojo de este es completamente irrisório y avergonzante. Con esta medida el ayuntamiento lo único que demuestra es que quiere privatizar cada día más las actividades alternativas que los jóvenes podemos realizar por y para nosotros mismos. Pretenden aplastar y pisotear cualquier atisbo de ocio distinto al que nos imponen.
Si esto es así y esa sentencia sigue adelante nosotros, los jóvenes, nos veremos obligados a crear otras redes que nos permitan disfrutar de nuestro tiempo libre. No podemos y no nos quedaremos parados ante esta actuaciación abusiva y humillante que atenta, con impunidad, contra nuestros derechos y nuestra libertades como ciudadanos.

sábado, 5 de junio de 2010


Aqui peca to cristo pasando de
castidad


miércoles, 19 de mayo de 2010

No hay importancia. Sólo son barreras. Nos mantienen en el sitio condenados. Enjaulados en nuestro jugo; engañados. Comparando las bacterias de los no-vivos y las epidemias contagiosas de la hierba. Alienación mental y corporal. Veneno. Es tu vida, has nacido enfermo.

sábado, 17 de abril de 2010

Pacifismo y hippismo


El movimiento hippie engloba conceptos como: el naturismo, el ecologismo, el pacifismo, y la meditación. Apoyan la revolución sexual, y el amor libre, eran "anticonsumistas" (no del todo, porque su vida giraba en muchos aspectos en el consumo de estupefacientes), y también muchos de ellos participaban en el activismo radical. Estos son algunos puntos que los hippies defendían y llevaban a cabo y que otras ideologías, como el anarquismo, apoyan de igual forma. Puntos negativos que podemos encontrar en este movimiento contracultural son: la pasividad por el consumo de drogas alucinógenas como el LSD, la marihuana, y otros alucinógenos con los que supuestamente buscaban "estados alterados de la conciencia" (alteración de las mentes y por lo tanto del sentir), y el hedonismo (basaban su vida en la búsqueda del placer a toda costa).

Cuando se nombra la palabra "pacifismo" muchas personas lo identifican con los hippies y por ello lo desechan. Y si, están en lo cierto, es uno de los puntos que el movimiento hippie defendía. Pero también lo era el ecologismo, el naturismo, el amor libre... Y sin embargo estos términos, en general, son aceptados y no asociados con los hippies.
Hay dos tipos de pacifismo: el pacifismo absoluto o radical que rechaza la violencia en cualquiera de sus formas, considerando que todo acto violento genera más violencia. Y el pacifismo relativo o moderado que rechaza en principio el uso de la fuerza, pero la admite para defenderse de amenazas extremas.
En el ámbito anarquista a mi entender el pacifismo juega un papel de gran importancia, y sobre todo el "relativo o moderado" (como autodefensa y no como violencia), ya que este movimiento se basa en el respeto mutuo y en la no imposición de ideas o dogmas. Un anarquista que defienda la violencia para imponer sus ideas deja de ser anarquista para convertirse en un opresor disfrazado de acrata. Esta muy de moda ser anti-hippie pero es mejor dejar a un lado las modas y pensar por uno mismo. También este movimiento tiene o tuvo sus pros e ideas interesantes.
No se trata de poner la otra mejilla, de dejarte pisar ni de ser pasivo. El pacifismo no es pasividad. Es respeto, es concienciación y libertad.

lunes, 8 de marzo de 2010

Proudhon y la ocupación

La ocupación no sólo conduce a la igualdad, sino que impide la propiedad. Porque si todo hombre tiene derecho de ocupación en cuanto existe y no puede vivir sin tener una materia de explotación y de trabajo, y si, por otra parte, el número de ocupantes varía continuamente por los nacimientos y las defunciones, fuerza es deducir que la porción que a cada trabajador corresponde es tan variable como el número de ocupantes, y, por consecuencia, que la ocupación está siempre subordinada a la población, y, finalmente, que no pudiendo en derecho ser fija la posesión, es imposible en hecho que llegue a convertirse en propiedad.
Todo ocupante es, pues, necesariamente poseedor o usufructuario, carácter que excluye el de propietario. El derecho del usufructuario impone las obligaciones siguientes: ser responsable de la cosa que le fue confiada; usar de ella conforme a la utilidad general, atendiendo a su conservación y a su producción; no poder transformarla, menoscabarla, desnaturalizarla, ni dividir el usufructo de manera que otro la explote, mientras él recoge el producto. En una palabra, el usufructuario está bajo la inspección de la sociedad, y sometido a la condición del trabajo y la ley de igualdad.

En este concepto queda destruida la definición romana de la propiedad: derecho de usar y de abusar, inmoralidad nacida de la violencia, la más monstruosa pretensión que las leyes civiles han sancionado jamás. El hombre recibe el usufructo de manos de la sociedad, que es la única que posee de un modo permanente. El individuo pasa, la sociedad no muere jamás.


De la ley civil como fundamento y sanción de la propiedad [Proudhon]

domingo, 17 de enero de 2010

La tensión anarquista


Por lo tanto cuando estos señores nos dicen: "Sois utópicos, vosotros los anarquistas sois ilusos, vuestra utopía no se puede realizar", nosotros debemos decir: "Sí, es verdad, el anarquismo es una tensión, no una realización, no es un intento concreto de realizar la anarquía mañana por la mañana". Sin embargo también debemos poder decir: pero vosotros, muy estimados señores demócratas que estáis en el gobierno, que nos reguláis la vida, que pretendéis entrar en nuestras ideas, en nuestros cerebros, que nos gobernáis por medio de la opinión cotidiana que construís en los periódicos, en la universidad, en las escuelas, etc., vosotros, señores, ¿qué habéis realizado? ¿Es un mundo digno de ser vivido? ¿O bien un mundo de muerte, un mundo en el que la vida es un suceso allanado, falto de calidad, sin significado, un mundo en el que se llega a una cierta edad, en la antesala de la jubilación, y nos preguntamos: "¿Pero qué he hecho de mi vida? ¿Qué sentido ha tenido vivir todos estos años?".

He aquí lo que habéis realizado, aquí vuestra democracia, vuestro concepto de pueblo. Estáis gobernando un pueblo, ¿pero qué quiere decir pueblo? ¿El pueblo qué es? Es quizá la pequeña parte, ni siquiera tan consistente, que va a las votaciones, a las elecciones, que vota por vosotros, que nombra una minoría, la cual nombra después otra minoría aún más pequeña que la primera y que nos gobierna en nombre de las leyes. Pero estas leyes, ¿qué son, si no expresión de los intereses de una pequeña minoría específicamente dirigida a lograr en primer lugar sus propias perspectivas de enriquecimiento, de reforzamiento del poder y este tipo de cosas?
Estáis gobernando en nombre de un poder, de una fuerza que ¿de qué os viene? De un concepto abstracto, habéis realizado una estructura que pensáis puede ser mejorada... ¿mas cómo, de qué manera se ha mejorado en la historia? ¿En qué condición vivimos hoy si no en una condición precisamente de muerte, de aplastamiento de la calidad? Esta es la crítica que debemos devolver contra los sostenedores de la democracia. Si nosotros anarquistas somos utópicos, lo somos como una tensión hacia la calidad; si los demócratas son utópicos, lo son como una reducción hacia la cantidad. Y a la reducción, al apergaminamiento vivido en el ámbito de un dimensión del mínimo daño posible para ellos y del máximo daño verificable para la gran cantidad de personas que resultan explotadas, a esta realidad miserable, nosotros contraponemos nuestra utopía que al menos es una utopía de la calidad, una tensión hacia un futuro diferente, radicalmente diferente del que vivimos ahora.


Alfredo M. Bonanno