Viviendo vivos

Llegará un momento que en la humanidad se dará cuenta de que no estuvimos viviendo vivos. Entenderán por qué hablábamos de maltrato y de explotación de la vida. Comprenderán por qué criticábamos sus industrias, su petróleo y sus gobiernos. Porque cuando nada quede, cuando la última flor se haya ennegrecido los humanos nos arrepentiremos de todo el mal que nos hemos hecho, y que hemos permitido que se nos hiciera. El capitalismo es insostenible, es muerte, es maltrato, es humillación y enajenación.
No queremos más muerte, queremos vida y la queremos ya.

Inteligencia y racionalidad

A cualquiera que le preguntes te dirá sin pensárselo dos veces que el ser humano es el ser más racional del Planeta Tierra. Sin embargo teniendo esa supuesta racionalidad que nadie pone en duda nos encontramos con que los humanos no hemos podido demostrar esa inteligencia. No hemos podido demostrarla por el simple hecho de que estamos acabando con lo que nos da la vida. Si nuestra racionalidad e inteligencia fuera superior no contaminaríamos el cielo ni envenenaríamos el agua. Por lo que llego a la conclusión de que intelectualmente no somos tan superiores como pensábamos en comparación a otras especies que viven con nosotros. Porque estamos muy limitados, nos cuesta desarrollar nuevos conceptos de vida y aún sabiendo que nos estamos haciendo daño seguimos dañándonos sin ningún reparo.

Y claro está, el límite de la inteligencia lo ponemos nosotros. Cabe destacar que cada especie tiene su punto de vista. Es erróneo comparar la capacidad de raciocinio de un humano con la de otro ser vivo pues unos y otros no tienen nada que ver. La concepción del mundo que tiene el humano, la ballena, y el ratón son completamente dispares entre sí por lo que intentar demostrar quién es el más inteligente es una gran equivocación.
No nos ponemos en el lugar del ser en cuestión para comprender su intelecto si no que intentamos comparar su forma de vivir con la nuestra. Comparación que es completamente absurda.